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¿Qué es la economía colaborativa? Ventajas y ejemplos

Rafael Ruiz
02/07/2021

La tecnología ha evolucionado la manera de entender los negocios en la sociedad actual. Anteriormente, para realizar una actividad económica, era estrictamente necesario ser autónomo o trabajar dentro de una empresa que te amparase. Sin embargo, la revolución que estamos experimentando está generando nuevos modelos de negocio nunca vistos, que además permiten a los usuarios no profesionales obtener nuevos métodos de ingresos. Toda esta nueva situación es propiciada en gran parte por la tecnología y un nuevo concepto: la economía colaborativa.

 

¿Qué es la economía colaborativa?

La economía colaborativa se define como los procesos de coordinación entre distintos usuarios con el fin de aprovechar y gestionar recursos propios, obtener beneficios o ahorrar costes. Además, este concepto engloba muchas prácticas dentro de su significado: compra-venta, alquileres, donaciones… Todas estas actividades se fundamentan en la cooperación entre personas.

 

El nuevo P2P o peer to peer gracias a la economía colaborativa

Hasta ahora la mayoría de los modelos de negocio se han segregado en dos tipos: B2B (Business-to-Business) o transacciones entre empresas; B2C (Business-to-Consumer) o transacciones entre una empresa y un consumidor final. Sin embargo, la tecnología y la economía colaborativa han conseguido traer un nuevo concepto a la parrilla, el P2P.

P2P (Peer-to-Peer) se basa en transacciones entre usuarios de carácter no profesional. Tradicionalmente las empresas habían aportado la confianza que se necesitaba para comprometerse en una actividad de carácter económico. En cambio, gracias a muchas de las innovaciones tecnológicas actuales, este eslabón ineficiente puede ser eliminado. De esta manera, la tecnología proporciona la seguridad y garantía que una persona podría necesitar.

En estas plataformas, los usuarios se unen para ofrecer alguno de sus recursos ociosos a cambio de una compensación, monetaria o no. Estos modelos funcionan gracias a la cantidad de usuarios, que por sí solos no tendrían la repercusión suficiente. Es decir, la economía colaborativa depende de la colaboración para generar imagen y reputación.

 

Algunos de los muchos ejemplos de economía colaborativa

Un gran ejemplo de economía colaborativa son las plataformas de compra-venta de artículos de segunda mano. En estas, miles de usuarios suben los productos que quieren vender a cambio de un precio que establecen ellos mismos. Gracias a la estructura tecnológica, pueden reunir todas sus ofertas y obtener en conjunto la relevancia necesaria.

Estas plataformas no solo permiten a sus integrantes generar riqueza, sino que también suponen una fuente de ingresos para los creadores de las mismas. Estos normalmente cobran una comisión o tarifa de uso.

Sin embargo, este es solo uno de los muchos usos que la economía colaborativa puede tener. En ocasiones, esta práctica consiste en aportar recursos sin obtener algo a cambio. Por lo tanto, definirlas como un modo de compra-venta entre usuarios finales sería reducir su significado. Por ejemplo, en el mundo del conocimiento, ya tenemos páginas que se nutren gracias a las aportaciones de sus usuarios, que generan un conocimiento colectivo a disposición de todo el mundo.

En el sector de las finanzas, existen plataformas que tienen como objetivo recaudar fondos para una causa, el también llamado crowdfunding. Incluso en el mundo de las aseguradoras existen empresas que se basan en la economía colaborativa. Una de las nuevas técnicas creadas recientemente es los fondos comunes de riesgo entre usuarios, que actúan como seguro en el caso de un incidente.

Sus posibilidades son infinitas y engloban muchos de los sectores de la sociedad.

 

Las muchas ventajas de la economía colaborativa

Esta nueva manera de entender los negocios trae consigo muchísimas ventajas de las que no solo se pueden beneficiar los participantes en ella sino también la sociedad en conjunto:

  • Ahorro en costes y bajos precios

Estas plataformas permiten a sus usuarios ahorrar en costes (por ejemplo compartiendo un recurso y distribuyendo su coste). Asimismo, se puede obtener mas beneficio mediante una reducción en el precio de sus productos al contar con un margen más amplio.

  • Sostenibilidad y mejora medioambiental

Al fundamentarse estos modelos en la colaboración particular de recursos propios, estos son gestionados más eficientemente al ser compartidos. Además, la economía colaborativa no depende de la producción de nuevos productos.

  • Generación de riqueza

Se presenta una nueva oportunidad de fuente de ingresos a personas que, por sí mismas, no podrían haber realizado una actividad económica. De esta manera, se mejoran sus situaciones económicas y se fomenta la cohesión social.

  • Creación de alternativas al modelo de consumo tradicional

Gracias a esta oferta propia, se abren nuevas vías para los consumidores aumentando la oferta disponible para ellos.

 

La economía colaborativa cada vez va cogiendo más fuerza, gracias a su gran aliado, la tecnología. Asimismo, muchas empresas están apostando por crear modelos de autogestión de recursos. Estos no solo reportan beneficios para sí mismos (mediante comisiones o cuotas de uso), sino que también crea valor para la sociedad en conjunto, lo cual es más importante que cualquier ganancia privada.

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